Un manto blanco, les cubre el cuerpo,
Mil palomas vuelan a su alrededor,
Son por desgracia, las victimas
De la barbarie, de la pena y del dolor.
Sus vidas se han truncado, como tantas…
Por la desidia de asesinos sin piedad,
Que vuelven la espalda al respeto,
Matando cualquier indicio de libertad.
No saben de sentimientos…
Prefieren que se les recuerde
Como bándalos y depravados,
Que como seres civilizados.
Merman cualquier tipo de vida
Que pueda respirar fraternidad,
Abren una brecha en nuestras vidas,
Difíciles sanear y de restaurar…
Son fáciles de distinguir…
Tienen los ojos rojos de ira,
La frente marcada por arrugas,
Y un olor a muerte e inmundicia…
A las victimas también se las distingue..
Por el horror que desprende su mirada,
Las manos siempre tapadas, como si grilletes llevaran,
Y una voz apagada, por si despierta la bestia demoníaca…
Sin esperarlo, un mazazo inmenso
Se les viene encima, no tienen escapatoria..
Se les sesga la vida de un puñado..
De una dentellada mortal y fría…
La vida y la muerte no tienen sentido,
Las dos forman parte del maltratador,
Que maneja a su modo y manera,
No teniendo en cuenta que él no es ningún Díos.
Y la vida sigue, mientras ellas mueren,
Sembrando los campos de vidas truncadas,
Para que todas las flores se vistan de gala,
Llevando en su pétalos, lágrimas de sus almas!!
BASTA YA!!!
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